Diploma contribuye a la especulación inmobiliaria y no aborda los problemas habitacionales, argumentan BE, PCP, Livre y PAN.
El mercado inmobiliario en Portugal ha experimentado un aumento constante en los precios de la vivienda en los últimos años, lo que ha generado preocupación entre muchos ciudadanos, especialmente entre aquellos con ingresos más bajos. A pesar de los esfuerzos del gobierno para abordar este problema, los partidos políticos de izquierda BE, PCP, Livre y PAN, argumentan que la existencia del “Diploma de Incentivo a la Construcción” solo ha contribuido a agravar la situación.
Este diploma, introducido en 2019, otorga una serie de beneficios fiscales y financieros a los inversores y promotores inmobiliarios que se comprometan a construir viviendas nuevas. Sin embargo, según los partidos de izquierda, esto solo ha fomentado una especulación desenfrenada, ya que los precios de las viviendas continúan subiendo sin control.
Según el diputado del BE, Pedro Soares, “el Diploma de Incentivo a la Construcción ha creado un escenario en el que las grandes empresas tienen ventajas fiscales y financieras para construir viviendas de lujo en áreas urbanas, dejando de lado a los ciudadanos con ingresos más bajos”. De hecho, según un estudio del Instituto de Geografía y Ordenamiento del Territorio de la Universidad de Lisboa, el precio medio de una vivienda en Portugal ha aumentado en un 9% desde la introducción del diploma, lo que ha generado una burbuja inmobiliaria que beneficia a unos pocos en detrimento de muchos.
Además, los partidos de izquierda argumentan que el Diploma de Incentivo a la Construcción no responde a los problemas habitacionales más urgentes en Portugal. Según el diputado del PCP, Bruno Dias, “este diploma no tiene en cuenta la necesidad de rehabilitar y reutilizar edificios vacíos en las zonas urbanas, en lugar de promover la construcción de nuevas viviendas en áreas ya congestionadas”. Esto ha generado un problema adicional, ya que muchas zonas urbanas se han visto afectadas por la gentrificación y la expulsión de residentes locales debido al aumento de los precios de la vivienda.
En respuesta a estos argumentos, el gobierno defiende que el Diploma de Incentivo a la Construcción ha sido una herramienta efectiva para fomentar la inversión en el sector inmobiliario y estimular el crecimiento económico. Sin embargo, los partidos de izquierda sostienen que esta supuesta “ayuda” solo ha beneficiado a unos pocos, mientras que la gran mayoría de los ciudadanos siguen sufriendo con precios de la vivienda inalcanzables.
De hecho, muchos ciudadanos expresan su frustración ante la falta de medidas concretas del gobierno para abordar la crisis habitacional en Portugal. El diputado del PAN, André Silva, afirma que “el gobierno ha sido demasiado indulgente con la especulación inmobiliaria, ignorando los efectos negativos que esto tiene en la sociedad”. Además, todos los partidos de izquierda están de acuerdo en que el gobierno debe centrar sus esfuerzos en medidas más efectivas, como la regulación de los precios de la vivienda y la promoción de programas de vivienda social, en lugar de simplemente otorgar beneficios a las empresas.
En este sentido, el PCP ha presentado una propuesta de ley para limitar los precios de las viviendas en áreas urbanas con mayor demanda, incluyendo la creación de un índice de precios de alquiler como medida de referencia para los arrendamientos. Sin embargo, esta propuesta ha sido rechazada por el gobierno y los partidos de derecha, argumentando que ello afectaría la rentabilidad de las empresas inmobiliarias.
A pesar de las diferencias entre los partidos políticos, lo